TODO HA CAMBIADO (DESDE MI PRIMERA VISITA A TRUJILLO)

La primera vez que decidí visitar esta ciudad, fue mientras estaba caminando por el centro de Chiclayo, y fui abordado por Luis Valper (quien se convertiría en uno de mis mejores amigos de toda la vida). Me dice - Aldo acómpañame a una entrevista de trabajo *Ya cuando? -Ahorita!! *Ahorita? -Si ahorita *Pero no tengo ropa mira estoy así, sin nada -Vamos! no importa! solo será un día. La verdad es que poco le costó convencerme, aunque mi mayor preocupación era un gatito que había adoptado y lo había dejado encerrado en mi cuarto de universitario sin comida y sin algún lugar por donde pueda salir (salvo la ventana que daba a la calle). Entonces venimos a Trujillo, nos perdimos varias veces, jóvenes universitarios sin dinero, yo sin ropa (tuve que comprar unos calzoncillos de 3x10. La verdad es que ni siquiera yo los compré), aún así nos quedamos una semana. Dijimos que algún día volveríamos cuando tengamos celulares con GPS para no perdernos como esa vez. Hoy mi celular ya tiene GPS, instagram, spotify, y muchas aplicaciones más; pero mi amigo no está. Él recorre todo el Perú y de vez en cuando me sorprende por Tacna, Lima, u otra ciudad.

Es entonces que me pongo a pensar. cuanto hemos cambiado, cuanto cambiamos día a día y cuanto nos falta por cambiar. Los tiempos han cambiado , Nosotros hemos cambiado, nuestros celulares han cambiado, tenemos nuevas responsabilidades, nuevos amigos, personas que vienen, personas que se van. Nada es estático; salvo Dios; qué es permanente; la vida viene y va. Lo bueno; es que siempre se aprende, ya sea de los que están o de los ausentes, de las buenas cosas y de las malas, de las alegrías y de las tristezas, hasta de las decepciones. En cada experiencia, en toda experiencia, siempre hay una lección. Amen, sueñen, vivan porque quizá mañana todo habrá cambiado.